Translate

martes, 21 de mayo de 2013

MOCHILA WAYUU

Para cualquier persona o turista, la mochila wayuu es un accesorio o artesanía más, pero para la comunidad indígena este elemento hace parte fundamental de su vestimenta, que los caracteriza y cuyas figuras tienen un gran significado.
En ellas se ven plantas, estrellas, astros, figuras geométricas y todo lo que rodea la vida cotidiana de los wayuu en su entorno y fuera de él.
“Mi mamá, tías, primas y familiares me enseñaron a tejer las mochilas cuando manché por primera vez. Lo más difícil es aprender hacer las figuras, pero uno aprende hacerlas bien porque lo encierran por largo tiempo en un cuarto y le enseñan a hacer de todo”, manifestó Yuleima Epinayú, una indígena que se dedica a vender artesanías en las playas de Riohacha.




En su ranchería ubicada en la carretera Uribia-Maicao, cerca de Cuatro Vías, Yuleima aprendió a tejer sus primeros diseños, aunque no fue una tarea fácil para ella, hoy en día es toda una experta en cuanto a tejido se refiere. “Todo es que uno quiera aprender, porque hay varias mujeres que no aprenden y es porque no les gusta, gracias a este trabajo he sobrevivido”, dijo la indígena.
La mochila es una forma abstracta presentada en una combinación de colores fuertes y característicos para esta cultura, entre más complejas sean las figuras tejidas, mayor valor adquiere la pieza.
La leyenda detrás de la mochila. Los wayuu tienen su propia historia sobre el significado de la mochila, según cuenta Yuleima, había una mujer indígena, quien no contaba con ningún atractivo y estaba enamorada de un hombre, para acercarse a él le pidió trabajo y estadía en su ranchería ubicada en la Alta Guajira ayudando en las labores de tejido de la familia. Los primeros hilos de piel de oveja que recibió para tejer se los comió sin que nadie se diera cuenta y en las noches se transformaba en una hermosa dama llamada Wareker, a quien le salían de la boca hilos para tejer de colores vivos, con los que fabricaba muchas mochilas con figuras de animales y símbolos que representaban las diferentes castas de la comunidad indígena.

La mujer conquistó el corazón del pastor wayuu, después de ser descubierta elaborando las hermosas mochilas en la madrugada. “Esta leyenda nos la cuentan nuestros familiares, por eso es que tejemos incluyendo estas figuras que se hicieron por primera vez hace muchos años”, expresó la mujer de la casta Epinayú. A través del tiempo, la mochila ha tenido variaciones y cambios, pero mantiene su esencia, originalidad y sobre todo su colorido, que atrae a propios y turistas que visitan este departamento y que siempre se llevan una cuando se van.
Estas las pueden conseguir en las calles de Riohacha, en las rancherías y hasta en almacenes de grandes diseñadores, donde pueden encontrar una gran variedad, no solo para mujeres, sino también para hombres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario