Translate

miércoles, 22 de mayo de 2013

ALMA DE LOS ASESINADOS


JAIN TÜU WAPUSHIKAT [POR EL ALMA DE NUESTRA GENTE]
“Nosotros morimos tres veces. La primera en nuestra carne, la segunda en el corazón de aquellos que nos sobreviven, y la tercera en sus memoria, que es la última tumba y la más glacial”


Desde que las autodefensas incursionaron en nuestro territorio, hasta la fecha, el pueblo Wayúu ha soportado una tragedia de inconmensurables proporciones. Esta tragedia se agrava si se tiene en cuenta que, más allá de algunos contados casos que han sido ampliamente difundidos, la inmensa mayoría de hechos como masacres, asesinatos selectivos e indiscriminados, desapariciones, desplazamientos forzados internos y transfronterizos, expropiaciones de los medios de subsistencia, amenazas y hostigamientos y un largo etcétera, que han venido afectando a comunidades del pueblo Wayúu han permanecido ocultos. Tristemente varios de estos hechos apenas han dejado el rastro de sus víctimas.


Muchos factores coincidieron para que esta sistemática arremetida de autodefensas y paramilitares contra comunidades del pueblo Wayúu se mantuviera invisible. Desde el miedo natural de las víctimas y sus familiares a elevar denunciar ante el terror desencadenado, pasando por la ausencia de organizaciones de derechos humanos en nuestro territorio que hicieran eco de lo que venía sucediendo, continuando con los numerosos casos de connivencia entre victimarios y sectores de la fuerza pública que han sido reportados… Sin embargo, tal vez, lo que más contribuyó al silenciamiento de los impactos de la violencia contra comunidades del pueblo Wayúu fue la insistencia de cierta institucionalidad pública para la cual en territorio Wayúu no estaba sucediendo nada distinto a las atávicas guerras entre clanes. Así fue como la palabra fue amordazada y el silencio se impuso como “consenso”.

Osiris Jacqueline Amaya Beltrán, maestra Wayúu asesinada el 14 de marzo de 2007 en Hatonuevo (La Guajira), es la última víctima de una desafortunada y dolorosa larga lista que, según informaciones con que se cuenta, sobrepasa los doscientos Wayúu que han sido asesinados o desaparecidos por los diferentes actores armados, especialmente autodefensas y paramilitares, entre los años 2000 y 2007.

Las autoridades, líderes y liderezas Wayúu del sur de La Guajira han decidido que el asesinato de Osiris Jacqueline Amaya Beltrán no pase desapercibido y no quede sumido en el olvido. Para ello, en la fecha en que se cumple el mes de este asesinato, es decir, el sábado 14 de abril de 2007 entre las 8:00 AM y las 3:00 PM, distintas comunidades del pueblo Wayúu realizarán en Cuatro Vías (Maicao), Jain Tüu Wapushikat, un sentido acto simbólico de dignidad para recordarla a ella y a todas las víctimas que pertenecen al pueblo Wayúu, tanto las que tienen nombre y rostro conocido como aquellas anónimas y desconocidas aún hasta para las frías estadísticas.

Este significativo acto por la memoria de todas las víctimas Wayúu, se inscribe dentro de iniciativas que organizaciones y comunidades de base de la Media Guajira han venido desplegando con el propósito de llamar la atención nacional e internacional sobre las dimensiones que la violencia de los paramilitares y de otros actores armados ha tenido en territorio Wayúu.

Este acto es un paso más en la tarea que se han asignado autoridades, líderes y liderezas Wayúu de varias regiones de La Guajira, para recobrar la memoria, forjar transparencia, luchar contra la impunidad, procurar el resarcimiento integral de conformidad con nuestra cosmovisión y evitar que los hechos se repitan. El desafío es, por tanto, construir el sendero que conduzca a la verdad, a la justicia y a la reparación, máxime cuando desafortunadamente hoy por hoy, estos horizontes se encuentran refundidos en una densa maraña de artilugios jurídicos y de retórica política que los distorsiona.

En mérito de lo anterior estamos extendiendo un llamado amplio a la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y a las organizaciones indígenas de la región; a las organizaciones de víctimas y de familiares de víctimas; a las organizaciones de derechos humanos; a las organizaciones de ayuda humanitaria internacionales; a los medios masivos de comunicación locales, departamentales, nacionales e internacionales; a las agencias del Sistema de Naciones Unidas (SNU); a la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de Estados Americanos (MAPP/OEA); a la Defensoría del Pueblo; a las Personerías Municipales; a la academia y a la intelectualidad regional progresista; a la institucionalidad pública comprometida con la verdad, la justicia y la reparación; y, en general, a la sociedad civil de La Guajira, a que blinden con su acompañamiento esta jornada de dignidad y verdad llamada Jain Tüu Wapushikat.

No hay comentarios:

Publicar un comentario