Cuenta la tradición que cada Wayuu al nacer, se le desiganaba el nombre de lo que vio al llegar a este mundo, por ejemplo: Toushi es cuidador de la Tierra, Juya es el ciudad del agua y Noshua es el apaciguados de ánimos, así mismo se conservaba su identidad la cual resulta cada vez más importante que conservar un documento.
Priscila Padilla documentalista Colombiana del Conservatoire Libre Du Cineá Francais en París (Francia), quien decidió registrar lo que pasó en las rancherías de la Guajira.
"Acabo de terminar este documental, que se denomina Nacimos el 31 de diciembre. Yo en realidad estaba en La Guajira trabajando en una película que pronto saldrá, pero este caso llamó mi atención. Llegué a pensar que era ficción pero luego de hablar con Payaso, con Coito, con muchas personas con nombres así, vi que era real. Hablé con muchas mujeres que obtuvieron su cédula a los 12 o 13 años de edad. Me mostraban la cara de niña en el documento y vi que había una temática de derechos humanos a desarrollar".
De manera subjetiva la documentalista dedujo que el interés de sacarle cédula a los indígenas iba con un fin político porque antes de la constitución de 1991 los indígenas no se cedulaban, ellos mismos decían que no necesitaban tener esa tarjeta plástica para decir que eran Wayuu, Además el indígena poco ha generado importancia para el estado y vienen a ser importantes cuando miran cómo engañarlos, cómo maltrataros. Y los políticos se dieron cuenta de que había un gran número de votos perdidos, entonces había que sacarles cédula. 'Las cédulas le sirven al político, no a nosotros', me decían los indígenas".
"Y siempre terminan engañando porque el Wayuu cree mucho en la palabra"
en medio de este panorama surgió. Nacimos el 31 de diciembre, un documental el cual Cree que el gran estreno debe ser en La Guajira, donde nació y tiene que volver esta historia. Queremos que se vea en Paraguachón y en aproximadamente 12 rancherías. Queremos que la Registraduría asuma su responsabilidad, no que vea en la solución tener una nueva cédula y ya, que se den cuenta del daño que se ha hecho.
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